Corazón de cristal hecho añicos sin saber cómo ser reconstruido, piel de seda mal cortada sin máquina de coser con suficiente arte para remediarla.
Cabizbaja vas avanzando por caminos desconocidos sin compañía alguna, esperando encontrar un lago en el que bañarte sin saber que sus aguas serán nuevas corrientes de problemas no las aguas cristalinas con las que sueñas.
Los pájaros cesaron su canto al pasar por su bosque, pues se entristecieron al ver que no eras la misma que pasó por allí años atrás. Tras tus pasos va quedando una losa difícil de ocultar, el enfado y la tristeza ya no puedes disimular.
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