sábado, 18 de febrero de 2012

El beso.


El más pequeño de tus besos
es mi gran inspiración
Porque aún le recuerdo
y por eso le escribo.
Porque sigo sintiendo
aquella sonrisa que ponías.
De aquella sensación
Que recorría mi cuerpo
cachito a cachito.

Ha pasado tiempo
pero el tiempo no es nada
cuando tú lo eres todo.
Y ahora pienso que cada vez que me besas
se debería parar el tiempo
y quedarnos así, para siempre.
Unidos por algo delicado
mágico.
De que no tengo que estar
repitiéndote que te amo
porque un beso son más de mil palabras.
Y también sé, que soy
esclava de tus besos,
porque alguien a bordado
tu cuerpo con hilos de mi ansiedad.

viernes, 3 de febrero de 2012

Mil noches esperándote.


Y sí, ha vuelto a suceder, mis noches
ya no tienen sentido, no tienen estrellas
no tienen luna, solo oscuridad.

Mi cuarto es testigo de mi soledad
de mis llantos, de mis arrebatos
de querer tenerte y no poder.

Al llegar el día haces que el dolor
más agudo, pasé por mi alma sin dejar
rastro alguno. Porque el simple hecho
de amarte, y que no te des cuenta
hace que cada día lo haga más y más.

Por ser masoca, he querido volver a donde
me miraste por última vez,
para quedarme allí eternamente.

sábado, 21 de enero de 2012

No te das cuenta.

Y es que no te das cuenta de que cuando me hablas, tiemblo. Que cuando  me miras, me pierdo. Que cuando me tocas, me muero. Que es tu alma la que me atormenta. Que tú eres mi delirio. Que por mi miedo a perderte, hace que te vea, demasiado lejos para mi alcance. Me estoy muriendo por ti, pero no te das cuenta.

martes, 17 de enero de 2012

Bajo la lluvia.


Y allí estuve bajo la lluvia esperándote, echa polvo, sin saber  ni si quiera mi nombre, solo quería tu perdón.
Las gotas de agua no paraban de caer sobre mi piel. Gota tras gota, ni siquiera me detuve a pensar que no vendrías, o que me estaba mojando. El agua me calaba por los pies, tenía frio, las manos estaban heladas, mi nariz roja ni la sentía, y mi pensamiento no funcionaba. Solo quería tu perdón, porque me moría por no poder escucharte otra vez, porque no tuve el valor de decirte lo que te amo cada día más y más. Quería volver a abrazarte, quería volver a verte reír, quería volver a perderme en tu aroma, quería volver a perderme en tu mirada, quería borrar mi error. Pero tú no me hiciste caso, y me refugié en la soledad, sola, sintiendo que mi mundo no tenía sentido si no estaba contigo…

domingo, 15 de enero de 2012

Invictus.


En medio de la noche que me cubre,
Negra como el abismo de polo a polo,
Agradezco a cualquier dios que pudiera existir
Por mi alma inconquistable.
En las feroces garras de las circunstancias
No me he lamentado ni he llorado.
Bajo los golpes del azar
Mi cabeza sangra, pero no se doblega.
Más allá de este lugar de ira y lágrimas
Se acerca inminente el Horror de la sombra,
Y aun así la amenaza de los años
Me encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecha sea la puerta,
Cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma.

William Ernest Henley


Luchar hasta el final.


Hay voces que rodean nuestra vida, algunas, las más fuertes, se quejan, porque no entiende para que tanto sacrificio, tanto dolor en las caídas, tanto dolor en nuestro cuerpo por las lesiones, tanto dolor por la derrota, por no llegar, por el fracaso, tanto dolor por quedarte a un paso, tanto dolor por los duros días de frío, de agobio. Tanto dolor por el regreso, en ser ignorado o no valorado, tanto dolor en regresar paso a paso y volver a empezar del mismo modo.
Todo esto por querer ser el mejor.
No se trata de ganar, se trata de establecer una realicen contigo mismo. Se trata del proceso que eres capaz de experimentar y superar. No se trata de la victoria en un podio, se trata de la victoria de cada día, de superar el dolor al no rendirte en al dificultad, de la victoria que haces cada segundo que retomas fuerzas y decides continuar. Tanto dolor, solo para ser más fuertes, mejor persona, mejor ser humano.
No se trata de un intento en ser mejor que los demás, sino de ser poderoso en medio de la adversidad.
Entonces estarás listo para dejar tu huella en el mundo por muy pequeña que sea, pero será tu huella convirtiendo este mundo en algo mejor.
No se trata de ganar sino de lo que ganamos al interior.
Es decidir en no ser de lo que aplauden en las gradas las hazañas de otros, sino en escribir las propias con la fuerza de tu cuerpo  y de tu mente, en perder las uñas si es preciso alcanzando la cima pero siendo tu el protagonista del ascenso, en rociar con hielo tus articulaciones cuando duelan pero ser tu mismo quien mire tus magulladuras pero orgulloso dirás:
He sido un rival digno.
De eso se trata, de asumir el reto de la vida, porque nada golpea más fuerte que ella, nada te hace caer más veces que ella, nada pone más a prueba tu integridad y tu fuerza que estar vivo.
No se trata de ganar si no se trata de estar listo para vivir una vida dura.
Ese es el verdadero poder de nuestra lucha.

El deseo de tenerte.


Sólo en sueños puedo desearte
y mi sed calmar.
solo caminando entre la niebla
puedo sentir tenerte.

Sólo el mundo de mi locura
puede traerme la cordura.
Puede hacer que alcance
la realidad de no tenerte.

Sólo sé, que mi locura
es símbolo de que mi sueño
es fantasía y de que estoy
en un alma que no es mía.

Solo tu sangre
embriaga mi alma
de la sed de alcanzarte.
Porque el deseo que transita
es como un hechizo
que me deja sin aliento.