Miedo.
¿Cuántas veces has sentido miedo?
Miedo a la muerte. Miedo al dolor. Miedo a lo desconocido. Miedo a ser olvidado…
El miedo es una reacción para estar en ModeAlerta: ON! Pero, hay veces en el que ese modo no te permite disfrutar de ciertas cosas.
Miedo a perder lo que tienes.
Y sí, tengo miedo.
Tengo miedo a dar un paso equivocado… Miedo a fallar…. Miedo a perderlo todo.
Tengo miedo de equivocarme, y de las consecuencias que esto traería…
Puede sonar absurdo todo esto que digo pero, desahogarse de vez en cuando no es malo, ¿No?
Pero hay veces, que el miedo te impide avanzar… “Hay que enfrentarse a tus miedos” ¿Y si no sabes como hacerlo?
¿Cuál es mi verdadero miedo?
Perder todo lo que tengo… que todo esto que “trocito” a “trocito” he ido construyendo se derrumbe. Perder a mi familia, a esa persona tan especial, perder a mis amigos… perder todas esas pequeñas cosas que de una manera o de otra me hacen feliz y me permiten avanzar, y lo que más miedo me da no es el hecho de perderlo todo, sino de perderlo por mi culpa.
Tengo miedo de derrumbarme. Tengo miedo de caerme y saber volver a levantarme… y lo peor es que se que me caeré, y sin embargo no hago nada para evitarlo… NO SÉ QUÉ HACER PARA EVITARLO.
¿Tal vez cambiar?
¿Tal vez rectificar todo aquello que he hecho mal…? Pero esque son tantas esas cosas…. Que quizás en un comienzo al ser cosas pequeñitas y sin importancia, resultaban insignicantes, pero una vez acumuladas te das cuenta de que se ha combertido en un muro que no se puede derribar.
Son días como este, nublado, los que me hacen reflexionar que, esos días en los que te levantas con una autoestima por las nubes, radiante, sonriente y feliz; no lo son tanto en realidad… porque quizás intentas ocultar todos esos miedos, todas esas inseguridades, todos esos complejos, todo aquello que te tormenta en la cabeza; porque intentas mostrar a los demás que todas esas cosas no te importan, en el fondo sabes que si te importan, y seguramente, les des más importancia de la que realmente tienen…
Y quizás te intentes desahogar escribiendo, hablandole a un ser cercan o en quien confíes, o quizás hagas como yo, publique una entrada al Blog para intentar mostrar al mundo un trocito de tu manera de ver las cosas; y mañana te levantes de nuevo radiante, lo leas, o recuerdes la conversación o lo que sea y pienses: “Joder, qué tonterías digo/hago/pienso” Pero en el fondo seguirás sabiendo que todo eso que en ese momento son de nuevo “tonterías” sigue estando detro de ti, y que no te has librado de tus miedos.
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