Amanece un nuevo día. Abres la ventana y ves como los suaves y cálidos rayos procedentes del Sol entran delicadamente a través de los cristales.
Adiós frío invierno.
Son los días como esos en los que te das cuenta de que no lo tienes todo. Y sin embargo; eres feliz.
Te olvidas por un momento de todos esos problemas que vagan constantemente por tu mente. Cierras con llave la puerta de los malos recuerdos, y abres paso a los buenos. Das paso a todas tus alegrías, a todo lo que tienes y quieres.
Cierras la delicada botella que contiene todas tus lágrimas.
¿Y…?
Una sonrisa se dibuja en tus labios.
Tienes ganas de salir, correr; gritarle al mundo que eres feliz. Tirar por la ventana todos esos complejos. Y por una vez. Te gustas tal y como eres. Con tus virtudes, con tus defectos….
Y te das cuenta de que no necesitas todas las reliquias del mundo para ser feliz. No necesitas la perfección…
Por todos esos días en los que sales a la calle con ropa de verano, te sientas a tomar tu helado favorito,
el sol roza tu piel sin que ninguna nube se interponga en su camino.
Por todos esos días en los que te sientes grande, te sientes feliz, haces lo que te da la gana sin importarte una mierda lo que los demás piensen. Disfrutando; sin que ningún problema te impida hacerlo…
Adiós frío invierno.
Son los días como esos en los que te das cuenta de que no lo tienes todo. Y sin embargo; eres feliz.
Te olvidas por un momento de todos esos problemas que vagan constantemente por tu mente. Cierras con llave la puerta de los malos recuerdos, y abres paso a los buenos. Das paso a todas tus alegrías, a todo lo que tienes y quieres.
Cierras la delicada botella que contiene todas tus lágrimas.
¿Y…?
Una sonrisa se dibuja en tus labios.
Tienes ganas de salir, correr; gritarle al mundo que eres feliz. Tirar por la ventana todos esos complejos. Y por una vez. Te gustas tal y como eres. Con tus virtudes, con tus defectos….
Y te das cuenta de que no necesitas todas las reliquias del mundo para ser feliz. No necesitas la perfección…
Por todos esos días en los que sales a la calle con ropa de verano, te sientas a tomar tu helado favorito,
el sol roza tu piel sin que ninguna nube se interponga en su camino.
Por todos esos días en los que te sientes grande, te sientes feliz, haces lo que te da la gana sin importarte una mierda lo que los demás piensen. Disfrutando; sin que ningún problema te impida hacerlo…
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