Seguiré siendo la misma.

Si, otra vez, vuelvo a sentir aquella sensación, la que hacía que mis pequeños ojos verdes lloraran, no sé exactamente por qué…no sé si es de tristeza, alegría, compasión o rabia…

¿Tristeza? No me da tristeza que mi padre me haya estado jodiendo la vida.

¿Alegría?  Llorar por alegría... hace tiempo que no lo hago.

¿Compasión? Si, podre llorar por eso, Pequeñas lágrimas al ver que el ser que admirabas te alza la mano, al ver que te volverá a hacer daño.

¿Rabia? Si, Puede ser, porque a veces me gustaría, que el daño que me ha hecho, se lo pudiera dar yo…

Nadie me dice que esto solo es por una razón, Nadie me dice que esto me hará más fuerte, de que la vida te da palos para que el día de mañana aprendas a no cometer los mismos errores. Pero ¿para qué preocuparse? Si, al fin y al cabo, seguiré siendo la misma chica de siempre. La que llora sin miedo, la procura evitar todo tipo de problemas para que no la haga más daño, la que seguirá pudriéndose, poco a poco, y cada vez más, hasta que llegue su fin.