miércoles, 30 de noviembre de 2011

Ese pequeño antídoto.


Sabes que si dices que estas bien, no estás bien. Solo te haces daño a ti misma, y lo sabes, no lo niegues, porque no eres capaz ni de mirarte 5 segundos al espejo, ni dedicarte una sonrisa, ni decirte que todo va a salir bien, sabes que te estas hundiendo, estas sintiendo que todo cuanto querías se derrumba cada vez que lo tocas, sientes que tus actos, tus palabras solo causan el mal.
Y que hacer, ¿Llorar? Las lágrimas no recogen lo que estas sufriendo... solo recorren las marcas que llevas de por vida.
Y que hacer ¿Tragármelo? Mis palabras podrán hacer daño, pero tienen derecho a ser libres.
Y que hacer ¿Dejar que pase? El daño no se ira, sin que tú le dejes ir. Seguirá contigo hasta el final.
Y que hacer ¿Fingir? Sonreír a la vida porque sí, no tiene sentido, solo hay que sonreír cuando de verdad sintamos esa sonrisa.
Y por último ¿Qué hacer? Buscar un antídoto. Un antídoto capaz de acabar con todo, capaz de que deje de existir lo malo y deje lo bueno, y que tú puedas sonreír a la vida con motivo.

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